Opinión. Marcelo Sosa Pacheco
Se cumplen hoy seis años de la detención de la dirigente social Milagro Sala. El 16 de enero de 2016, a pocos días de la asunción del expresidente Mauricio Macri y del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, la Tupac Amaru protagonizó un acampe que derivó en la detención de su principal referente y otros activistas sociales.
Más allá del discurso que sectores de la derecha intentaron imponer respecto a Milagro, el tiempo de su detención termina dejando en evidencia que se trata de una persecución por su militancia social, su condición de ser de pueblos originarios y, principal y fundamentalmente, por su condición de mujer.
No podía la derecha tener libre a la mujer, negra, india, que había logrado construir una de las organizaciones sociales más grande de la Argentina. Podía ser un ejemplo a imitar y, se sabe, la derecha no quiere al pueblo organizado.
Desde enero de 2016, Milagro Sala atravesó distintas instancias en tribunales ordinarios y federales e incluso ante la justicia contravencional. Paralelamente se le abrieron otras causas, tres de las cuales están con pedido de elevación a juicio y dos en investigación. Nada, mas allá de la amenaza que representa Milagro Sala para el establishment jujeño, como lo afirmara alguna vez Dora Barrancos, justifica su actual situación de detención.
Ese hostigamiento por parte de la justicia, o mejor dicho el Poder Judicial afín al poder de Gerardo Morales, ha sido denunciado por Cels y Andhes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. «El encierro que pesa sobre ella es violatorio de las garantías del debido proceso y de la presunción de inocencia», advirtieron desde esos organismos.
Que este 16 de enero de 2022 encuentre a la causa contra la líder de la agrupación Tupac Amaru sin que exista una condena firme, pero se mantenga su detención, pone al Estado en una situación evidente e innegable de vulneración de derechos humanos.
«A seis años de su privación de libertad, la causa de la protesta que dio origen a su detención sigue pendiente de juicio oral y la persecución por este hecho continúa hasta hoy. Resulta inadmisible que el ejercicio de la libertad de expresión en Argentina sea materia de persecución pena», concluyeron desde el Cels y Andhes.
A lo largo y ancho del país, esa denuncia hace eco en comedores populares, en organizaciones de pueblos originarios, en marchas de organizaciones sociales de base. Y rompe las fronteras. Hasta la ONU (Organización de Naciones Unidas) pidió su “liberación inmediata”.
La derecha argentina, la misma que bombardeó la Plaza de Mayo en el 55; la que desapareció a 30 mil argentinos, la que mantiene robada la identidad de centenares de pibes y pibas robadas a sus madres; la que gestó el 2001 y luego volvió con Mauricio Macri al gobierno; la que mató a Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; tiene un mensaje para las mujeres activistas sociales de la Argentina. Y ese mensaje se resume en los 6 años de detención de Milagro Sala.
1 comentario en «La detención de Milagro Sala, ese mensaje de la derecha a las activistas sociales»
Es así. Así de verdadero y así de penoso. Hoy Milagro es una presa política de ESTE gobierno.