Editorial. Marcelo Sosa
Este jueves, la cámara de diputados respaldó el DNU del presidente Javier Milei mediante el cual se autoriza a si
mismo, a negociar un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional, pese a que el propio Milei, no mucho tiempo atrás, afirmaba que el FMI “no debería existir. Porque el Fondo es una institución perversa que, cuando un país está a ponto de explotar, pone la guita y le permite tirar el ajuste para adelante”.
Resulta relevante el acompañamiento que el DNU presidencial tuvo de otros sectores partidarios, entre ellos el PRO, UCR y el peronismo de derecha, que aprobaron que Argentina se endeude sin saber con certeza cuánto dinero se va a pedir, a cuantos años ni la carga de intereses que ese crédito va a tener.
Además, algunos gobernadores, entre ellos el chubutense Ignacio Torres, resultaron fundamentales para que el DNU sorteara la disputa en el Congreso Nacional.
En cambio, desde los sectores opositores se criticó que la excusa para este nuevo endeudamiento es comprar letras de deuda del Tesoro Nacional en manos del Banco Central, lo que representa la primera vez que un estado pide dinero para pagar comprar bonos que tiene el propio Estado.
En definitiva, y como si fuera una mojada de orejas al Pueblo Argentino, a pocos días de conmemorarse un nuevo aniversario del inicio de la guerra de 1982, la verdadera casta política asesta un nuevo golpe a la soberanía nacional.
