Colaboración especial del docente e historiador Fabio Arce para Noticias 259
En el presente artículo se tratará de exponer las distintas habilidades del General José Francisco de San Martín, además de sus prácticas militares y políticas es nuestra intención hacer notar sus cualidades para organizar una región y con muy pocos recursos originar un ejército de casi cinco mil hombres para liberar a dos territorios de la ocupación española.
José de San Martín nació en las zonas cercanas a las misiones Jesuitas, territorio de lo que hoy es Paraguay desarrolló una carrera militar en Europa tal vez influido por su padre. Al cumplir los 34 años volvió a América, tierra donde había nacido, fue parte fundamental del proceso independentista de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuyos orígenes los podríamos buscar con las Invasiones Inglesas producidas en el entonces Virreinato del Río de la Plata.
San Martín entendía que los principales focos del Ejército Realista se encontraban en Chile y en Perú y dadas las dificultades para atacar por tierra al principal foco que se encontraba en el Virreinato del Perú, decide poner en práctica un Plan de Liberación Continental. Para ello y dada las metas que debía cumplir se estableció en la región de Cuyo (Mendoza) y desde ahí idear y liberar a Chile en primera instancia y posteriormente Perú. Una vez instalado en Mendoza y dado el contexto político y económico en el que se encontraban las Provincias Unidas y con la necesidad de formar un ejército para combatir a los realistas en los focos antes mencionados, decidió poner en marcha un plan económico que años antes había ideado el Ilustre abogado Mariano Moreno para llevar adelante luego de la Revolución de Mayo. Este plan consistió en una fuerte intervención del Estado – este caso en Mendoza- donde San Martín fue nombrado gobernador. Se desarrollaron cementeras estatales, ampliándose y perfeccionándose el régimen de riego y poniéndose tierras fiscales en explotación. Asimismo convocó a toda la población a aportar metales para la producción de armas, herrajes y hasta calzados para las tropas. Por otro lado, San Martín se manifestó defensor del proteccionismo industrial, para evitar que los productos importados perjudiquen a las producciones Cuyanas. También juzgó necesario la intervención del Estado en el abastecimiento de carne, recurrió al trabajo voluntario, convocando a las mujeres cuyanas a fabricar vestuarios, a los arrieros y artesanos para que colaboren gratuitamente en las tareas del Ejército. Esta política autocentrada, con la planificación y movilización popular, le permitió a San Martín crear un ejército de la nada.
En Mendoza se vuelve a fabricar pólvora, se fabricaron piezas de artillería bajo la dirección del ex franciscano secularizado, Fray Luis Beltrán, el ganado y las cabalgaduras se compran localmente. Los bienes de los conventos y los de legados piadosos fueron igualmente afectados para la guerra, buscó mejorar el comercio entre Mendoza y Buenos Aires para equilibrar las pérdidas del comercio con Chile. De esta manera emprendió la tarea de crear un ejército hispanoamericano con el apoyo de exiliados chilenos que ingresaron a Cuyo después de la derrota sufrida en Rancagua frente al Absolutismo español.
Luego de esta reorganización regional emprendió la campaña libertadora con el Ejército de los Andes y O’Higgins, después de liberar Chile en 1818 se dirigieron en barco hacia Perú para combatir con los realistas, ataque que culminó con la Declaración de la Independencia Peruana en el año 1821.
