Por Marcelo Sosa
Tal como ocurriera en los 90 con Carlos Maestro vetando el FODECO, el vicegobernador de la Provincia, Ricardo Sastre vetó una iniciativa que propugnaba que municipios cordilleranos, entre ellos los dos de mayor población (Esquel y Trevelin), tuvieran ingresos que les permitieran una menor dependencia de la discrecionalidad del gobernador o presidente de turno.
Un “peronista” tomando las mismas decisiones que un radical menemista luego macrista. Ni siquiera es original pero no deja de sorprender.
Aunque, vale señalarlo, el veto no sorprendió a los impulsores de la ley. Sastre intentó en diciembre, hasta último momento, evitar el tratamiento de la norma por parte de los diputados. Pero no pudo.
Por eso, este seis de enero, día de reyes magos, aprovechó la “casualidad” de quedarse a cargo del Poder Ejecutivo por la licencia pedida por el Gobernador Arcioni, para revertir lo que sus colegas legislativos habían votado por mayoría.
Está claro que, para la mayoría de los dirigentes no cordilleranos, el desarrollo e independencia económica de la región recostada sobre Los Andes o de la meseta central, puede darse de una sola manera: la minería.
De hecho, el madrynense Sastre fue uno de los “dirigentes” que en su momento defendieron la iniciativa pro minera conocida como “Ley de Zonificación Minera”, primero aprobada y luego derogaba ante el enojo y rechazo del pueblo chubutense.
A nadie escapa que una de las voces mas contundentes en la legislatura en contra de la habilitación a la minería en Chubut, fue la del diputado de Trevelin, Carlos Mantegna. Y que el intendente trevelinense, “Cano” Ingram, impulsor del proyecto de Renta Hídrica junto a Mantegna y al contador Ricardo Bestene, es el único que, desde que en los albores del mileno se instalara el debate en torno a la minería, organizó un acto institucional en las puertas de su Municipio, para rechazar la minería.
Esa “factura” en algún momento iba a ser cobrada. Y ahora vemos como la cobraron.
A Ricardo Sastre le resultó, en definitiva, mas cómodo poner su firma contra el pueblo de Trevelin, Esquel y el resto del noroeste cordillerano, que rubricar el pedido de Juicio Político a la Corte. Cómo dijera Néstor Kirchner alguna vez: “fuertes con los débiles y débiles con los poderosos”.
Pero, Sastre, se olvida que, dentro de pocas semanas, los débiles van a elegir Gobernador, cargo para el que se anotó en la lista de interesados.
«El anuncio de Mariano Arcioni, de crear un fondo para la región, no fue otra cosa que un intento de calmar los ánimos y menguar el reclamo que le llegó por estas horas desde todas las localidades cordilleranas»
El anuncio de Mariano Arcioni, de crear un fondo para la región, no fue otra cosa que un intento de calmar los ánimos y menguar el reclamo que le llegó por estas horas desde todas las localidades cordilleranas, un reclamo que no es sólo de un intendente o de un sector político, sino que está firmado por intendentes y concejales de los distintos partidos políticos, pero además por cámaras empresariales e instituciones, que le dicen a la clase política de las ciudades más grandes del VIRCh y del sur de la Provincia, que la zona ya tiene los pantalones largos puestos como para decidir sobre sus recursos, sobre su desarrollo.
La región tuvo esperanza en un proyecto. Y creyó en aquella frase del Gobernador de firmar la promulgación de la Ley de Renta Hídrica “acá, en Trevelin”, como se lo dijo a los medios.
También es de esperarse en estas horas que Juan Pablo Luque, que había expresado su apoyo a la Ley de Renta Hídrica y aportado sus diputados para respaldarla, se exprese y le pida al Gobernador que de marcha atrás con el veto.
De lo contrario, todo será solamente un circo berreta en el que los únicos que ríen son los payasos y a costa del derecho de miles de chubutenses de vivir en una región con posibilidades ciertas de desarrollo.